En el marco de las campañas colonizadoras de España en América, Francisco Pizarro y Diego de Almagro encabezaron una vertiginosa campaña militar para conquistar el Tawantinsuyo en unos sucesos muy parecidos a los acaecidos en el actual México: guerra civil interna, pueblos sometidos por el imperio pasaron a nutrir las filas españolas, la "similitud" entre los conquistadores y los "dioses" de los pueblos menores, etc. Hacia el año 1532 y fiel al patrón de conquista histórico, los españoles se dan a la tarea de fundar ciudades con el fin de establecer enclaves estratégicos regionales: San Miguel (Piura), Cajamarca, Lima, Jauja, etc. La muerte de Atahualpa al año siguiente y la conquista del Cuzco en 1534 marca tradicionalmente el inicio de la Colonia en el Perú, si bien fue hasta 1572 cuando el virrey De Toledo ejecuta al último inca, Túpac Amaru I

A lo largo de los años se sucederían varias revueltas indigenistas para liberar a la región del yugo español: 
- Manco Inca Yupanqui sería el primero, quien originalmente apoyaría a los españoles, pero tras un curioso episodio, se rebelaría contra estos poniendo en serios problemas la estabilidad del virreinato hasta que fuese muerto en 1536; luego habrían guerras civiles entre españoles, el alzamiento de Juan Santos Atahualpa en 1742; Chimo Cápac; Cacma Condori; etc. pero sobre todo la de José Gabriel Condorcanqui, "Túpac Amaru II" en 1781, un mestizo adinerado que promovió la independencia del Perú y toda América del yugo español. Sucederían otras revueltas encabezadas por José Gabriel Aguilar en 1805; Francisco de Zela en 1811; pero todas con final funesto para sus protagonistas.

Pero las nuevas ideologías de la ilustración, la revolución francesa y la independencia de los EE.UU. promoverían alzamientos masivos entre los descendientes españoles en América, especialmente a inicios del s. XIX en que España estaba debilitada por su incumbencia en las guerras napoleónicas, tal es así que iniciarían corriendes libertadoras en Chile y Argentina entre 1814 y 1815 donde se librarían violentas batallas entre realistas y patriotas con victorias para los primeros en Rancagua y Cancha Rayada, mientras que la consolidación de la independencia argentina y chilena vendrían tras sendas victorias en Chacabuco y Maipú.

Sin embargo, don José de San Martín estaba convencido que la independencia del otrora virreinato del Rio de la Plata no tendría sentido mientras que España tuviera una posición estratégica importante en el Perú, así que el 5 de febrero de 1819, se firma junto a Bernardo O'Higgins una alianza militar chileno-argentina con objetivo de enviar tropas a sublevar y liberar el Perú. El financiamiento de la primera campaña fue asumido enteramente por el gobierno chileno al desentenderse el argentino de los gastos de la guerra. don José de San Martín partiría al mando de la expedición que desembarcaría el 8 de Septiembre de 1820 en Pisco ante la inacción de la armada española tras casi un año de sendos castigos propiciados por el Lord británico Almirante Cochrane. Desde el 25 del mismo mes hasta inicios de octubre, San Martín y los realistas se reunieron en Miraflores para conferenciar sin llegar a algún acuerdo, iniciando las hostilidades

En octubre de 1820 el general chileno Antonio Álvarez de Arenales iniciaría una serie de campañas desde el puerto de Pisco hasta Ayacucho librando victoriosas batallas contra el ejército realista en la sierra andina; mientras tanto San Martín comanda a la legión libertadora por la costa; pronto iniciarían revueltas y gritos libertadores en todo el Perú, declarándose el primer cabildo abierto en la ciudad de Trujillo el 29 de diciembre de 1820, con la presentación de la primera bandera diseñada por San Martín y la oficialización a cargo del marqués Torre Tagle. Al rebelarse al fin una ciudad influyente en el virreinato del Perú, la lucha por la independencia se hace general en todo el país; el 4 de enero sigue el ejemplo la ciudad de Pirua y días después, Arenales se reúine en Huaura con San Martín realizando la primera proclamación de la independencia nacional del Perú.

El hasta entonces virrey Pezuela es depuesto por los reyes españoles, siendo reemplazado por José La Serna, quien el 5 de junio de 1821 abandonaría Lima junto a su Estado Mayor y Gobierno para poner rumbo al Cuzco junto a su fuerza de élite al mando de José de Canterac. En la fortaleza del Real Felipe se deja un contingente de 2,000 soldados encargado de "resistir" el embate del ejército libertador formado por casi 7,000 soldados al mando de San Martín y 8 buques de la armada de Cochrane. El comandante de la guarnición, José de La Mar, capitularía hasta Septiembre de ese año.

Mientras duraba el asedio de la fortaleza del Real Felipe, incluido un contraataque fallido de Canterac, el 15 de julio se redactó y firmó el acta de la independencia, la cual se proclamó en Lima el 28 de Julio, citando parte del discurso:

DESDE ESTE MOMENTO EL PERÚ ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE. ¡VIVA LA PATRIA!, ¡VIVA LA LIBERTAD!, ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!.

Pero la felicidad duraría poco, pues tiempo después, el gobernador Antonio José de Sucre solicita a San Martín refuerzos para apoyar la consolidación de la independencia de la Gran Colombia, que no sucedería hasta el 24 de mayo de 1822 tras la batalla de Pichincha.

En Guayaquil y durante las coordinaciones, conferencian don José de San Marín y don Simón Bol&iac